jueves, 2 de septiembre de 2010

Presidente James E. Faust

James E. Faust siempre recordó los balidos de su asustado corderito. Cuando era niño, una noche de tormenta olvidó poner a su animalito en el establo.
“…sabía que debía salir a ayudarlo, pero también quería quedarme seguro, calentito y seco en mi cama, y no me levanté como debí haberlo hecho”, relató en la sesión del sacerdocio de una conferencia general. “A la mañana siguiente, cuando salí, lo encontré muerto; un perro también lo había oído balar y lo había matado.
“Me agobió un gran dolor”, dijo. Se dio cuenta de que no había sido un buen pastor, y el reproche cariñoso de su padre le dolió aún más: ‘Hijo, ¿no podía confiar en que cuidaras ni siquiera a un cordero?.
Ese mismo día resolvió que si tenía la oportunidad otra vez de ser pastor, jamás volvería a descuidar su mayordomía. Y tuvo presente su resolución cuando fue misionero de tiempo completo en Brasil, siendo esposo y padre devoto, como abogado de éxito, como líder político, como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles y como Segundo Consejero de la Primera Presidencia. Hasta el fin de su ministerio, que concluyó con su muerte ocurrida el 10 de agosto de 2007, debido a causas relacionadas con la edad, el presidente Faust permaneció dedicado a la admonición del Señor cuando dijo: “Apacienta mis corderos” (Juan 21:15).

EN MEMORIA DEL PRESIDENTE JAMES E. FAUST

EL MAESTRO DEL EVANGELIO Y SU MENSAJE

Presidente Ezra Taft Benson
Discurso a los Educadores Religiosos
En la tarde del 17 de septiembre de 1976, el presidente Ezra Taft Benson entrego el siguiente mensaje a los educadores religiosos de tiempo completo del Sistema Educativo de la Iglesia en el Departamento de Seminarios e Institutos de Religión en la Universidad de Brigham Young y en el Ricks College. Contando, con la asistencia de sus esposas. Este impresionante discurso fue presentado a una audiencia que colmaba en su capacidad el Hall de Asambleas de la Manzana del Templo y por línea directa a grupos de facultativos y sus esposas en otras veintiuna localidades en varias áreas de los Estados Unidos.

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CITAS INSPIRADAS

Si vivimos los principios del evangelio, seremos el cumplimiento de la declaración del Salvador, "Vosotros sois la luz del mundo". Y al poseer esta luz, mediante nuestra vida y acciones podemos irradiarla entre nuestros semejantes, influyendo así en ellos para que glorifiquen a nuestro Padre Celestial.
Jesús desea que cada uno de nosotros llegue a conocerle, por el poder transformador que tiene dicho conocimiento y debido a la indescriptible dicha que puede traer a nuestra vida. Pero la influencia del evangelio debe extenderse más allá de cada individuo, debe ser como una luz que dispersa las tinieblas de la vida de los que nos rodean. Ninguno de nosotros puede salvarse solo y por sí mismo, así como ninguna lámpara se enciende para su propio beneficio.
(Élder Joseph B. Wirthlin)

El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud

POR: GORDON B. HINCKLEY       
15º PRESIDENTE DE LA IGLESIA

El presidente Gordon B. Hinckley se dirigió a los jóvenes y a los jóvenes adultos de la Iglesia en una charla fogonera especial celebrada el 12 de noviembre de 2000 (véase “El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud”, Liahona, abril de 2001, págs. 30–41). Su mensaje se centró en seis principios para ayudar a los jóvenes a tomar decisiones correctas y enfrentarse con éxito a los retos del mundo actual.
SEAN AGRADECIDOS“El hábito de decir gracias es la característica de un hombre o de una mujer educados… estén agradecidos a sus padres quienes se preocupan tanto por ustedes y quienes han trabajado tanto para sostenerles”.
SEAN INTELIGENTES
“Pertenecen a una Iglesia que enseña la importancia de la educación académica… [El Señor] desea que capaciten sus mentes y sus manos para que lleguen a ser una influencia para bien al seguir adelante con su vida. Y al hacerlo, al desempeñar sus tareas honorablemente y con excelencia, traerán honor a la Iglesia, ya que se les considerará hombres o mujeres de integridad, de habilidad y que hacen un trabajo de calidad”.
SEAN LIMPIOS
“[Las drogas ilícitas] les destruirán; ustedes se convertirán en sus esclavos… Mi consejo, mi súplica para ustedes maravillosos jóvenes y jovencitas, es que se mantengan completamente alejados de ellas… Consérvense limpios de estas adicciones que alteran la mente y crean hábito”.
SEAN VERÍDICOS
“Ustedes, los que son miembros de esta Iglesia, deben ser leales a ella. Ésta es la Iglesia de ustedes… Han abrazado su Evangelio; han tomado sobre ustedes mismos un convenio en las aguas del bautismo, el cual han renovado cada vez que han participado de la Santa Cena… Anden con fe ante [Dios] con la cabeza en alto, orgullosos de ser miembros de esta gran causa y reino que Él ha restaurado en la tierra”.
SEAN HUMILDES
“Creo que los mansos y los humildes son aquellos que son enseñables; están dispuestos a aprender; están dispuestos a escuchar los susurros de la voz quieta y apacible para recibir guía en sus vidas. Ellos consideran la sabiduría del Señor superior a la de ellos mismos”.
SEAN DEDICADOS A LA ORACIÓN
“De modo que vivan a fin de que con una conciencia tranquila puedan hablar con el Señor… Lo milagroso de todo ello es que Él escucha; Él responde; Él contesta. No siempre lo hace como nos gustaría que lo hiciera, pero no tengo duda de que contesta”.